Yo no niego el mundo. Yo lo veo como aparece en la consciencia, que es la totalidad de lo conocido en la inmensidad de lo no conocido.
Lo que comienza y acaba es mera apariencia. El mundo se puede decir que aparece, pero no que es. La apariencia puede durar mucho en alguna escala de tiempo, y ser muy breve en otra, pero finalmente equivale a lo mismo. Todo lo que está sujeto al tiempo es momentáneo y no tiene ninguna realidad.
Serie de fotografías en un charco de las minas de Mazarrón.