
Fotografía en Raqchi, Perú.
Hay siempre momentos en los que uno se siente vacío y extraño. Tales momentos son muy deseables pues significan que el alma ha arrojado sus amarras y que navega hacia lugares distantes. Esto es desapego: cuando lo viejo ha partido y lo nuevo todavía no ha llegado. Si tiene miedo, el estado puede ser aflictivo; pero no hay nada que temer.